martes, 19 de junio de 2012

Señor los perros están ladrando, es señal de que estamos avanzando

Sobre el programa 3er Grado en la visita de AMLO.


Azcárraga estuvo entrenando a sus gatos toda la tarde, mostrándoles gruesos filetes de ratón, jugando con sus famélicos espíritus, a eso de las 11 de la noche, liberó a cada uno de ellos, tocaron a sus puerta y gustoso dejó entrar a su "fulgurante" invitado (no podrá negar que le subió el rating del programa ese día), los mininos comemzaron a oliscar al invitado, primero el gatito de angora le dice "Usted no encontrará ni cerrazón, ni animadversión" (entonces me pregunto, los gestos y muecas de la egocéntrica y leedora de noticias, autonombrada periodista, Adela Micha ¿qué fueron?), de pronto ataca el minimo que más le gusta arrastrase entre la arenita y sus excrementos llamado Ciro, que al atacar al invitado y no poder descontrolarlo remata diciendo "lo mismo dijiste en 2006, pero en fin" (nótese que NO hay animadversión).

Más tarde el gato callejero de apellido Marín hace el quite, fallando en su objetivo, de repente el gato payaso con una voz matizada, ensayada y con un toque queriendo demostrar "intelectualidad" inicia un ataque que con el paso de las palabras se vuelve una pregunta cálida hacia el invitado de la casa, los ataques se multiplicaron, el invitado repelía los embates furibundos de aquellos gatos, quienes al final terminan peleando y jugando entre ellos, y el invitado viéndolos como retozaban, se arañaban y se daban lengüetazos lamiéndose sus heridas.

Esta escena me recordó mucho cuando Hannibal Lecter toma en brazos a Clarice Starling y entre los cerdos salvajes -preparados por Mason Verger- sale del ruedo orondo, en la película Hannibal. Que cosas, ¿no?, al final el dueño de la casa castigará a los gatitos y no habrá atún durante unas cuatro o cinco semanas.