El documental Hecho en
México trata sobre los artistas más emblemáticos del México actual. El tema
principal del mismo nos habla de la identidad.
Es un mosaico de distintas expresiones que invita, desde su punto de vista,
a descubrir la pregunta que en reiteradas ocasiones nos hemos formulado, ¿qué es ser mexicano? Sin embargo, en
ese mosaico de expresiones, son tantas las propuestas que engloba que en
ciertos momentos resulta un tanto perturbador al vernos sometidos al bombardeo
incesante de tonalidades, que de tanto abarcar, al final no concluye por
develar ese cuestionamiento sobre el ser mexicano, y esto se corrobora en el
título de cada uno de los capítulos de la obra, títulos como ¿Qué es ahora?, ¡Libertad?, ¿Fronteras?,
¿Quién lleva los pantalones?, etc., etc., etc.; a los cuales siguen
melodías y comentarios de distintas personalidades intentando responder a esos
cuestionamientos, pero al final, como he dicho antes, no se devela nada.
Desde mi perspectiva pienso que es un intento por
esquematizar un México en el cual las distintas voces encuentran cabida para
sus expresiones, es una propuesta que nos dice que las cosas mejorarán y que no
todo es balazos, narcotraficantes, secuestros y sangre, nada más falso que eso.
Y ¿por qué decir que esto es falso?, pues porque en el documental se habla de
manera sesgada de la problemática de la violencia, y siempre se da la moraleja
de que podemos estar mejor, sin embargo, no podemos soslayar el hecho de que la
violencia nos ha rebasado, que nuestras autoridades no han podido –o no han
querido– darle solución a esta problemática y que no se arreglara con que
volteemos la vista hacia las cosas buenas que tenemos, hacía un documental
lleno de nuestras virtudes, de lo bonito que es México, pero olvidando el
lado oscuro de nuestro país. Y esta obra merece la más ácida de las críticas
puesto que se presenta como un punto para revalorar lo que tenemos, y ¿qué es
lo que tenemos?, por supuesto que no son sólo bonitas melodías o artistas kitch, México también se encuentra en
una vorágine de corrupción y violencia encabezada por nuestros políticos y la
clase económica que manda en el país, la burguesía.
Es interesante ver cómo se habla de distintos problemas
–insisto de manera sesgada– por las cuales atraviesa el país, se hace una
crítica a las cosas que nos lastiman, pero en todo lo que dura el documental no
se habla en un solo momento de ese gran monstruo capitalista llamado Televisa,
quien ha sido el principal precursor de la pobreza –económica, social,
intelectual, etc.–, ese gran monstruo que igual le da entretenimiento a los
jodidos[1],
que encumbra presidentes con todo y su primera dama. Quizá la razón por la que
no se toque el tema de la televisión es porque precisamente dos de los
productores son el presidente y vicepresidente de Grupo Televisa, Emilio
Azcárraga Jean y Bernardo Gómez respectivamente. Y no se puede pasar por alto
que esta empresa ha sido la mal formadora del pueblo, que ha sido el
instrumento de los gobiernos –principalmente priistas– para apaciguar al
pueblo, que sólo ha servido a los intereses de unos cuantos, creando y
manipulando artistas de plástico.
Resulta irritante el encontrarnos que uno de esos artistas
intenta concientizar a la gente cuando sus actos no han sido un modelo a
seguir, cómo se atreve Gloria Trevi a hablar de dignidad en la mujer cuando
estuvo acusada de abuso sexual a menores, cuando mintió sobre su supuesta
violación en un penal de Brasil[2],
cómo se atreve a decir ¿Cómo los vamos a
educar para que traten a sus esposas y a sus hijas?, me parece una burla. Y
encima entona el clásico grito inspirado por Televisa en los partidos de fútbol
–que es otro paliativo utilizado como herramienta por el sistema–, ese grito de
esperanza que nos dice que somos tan grandes que podemos vencer cualquier
obstáculo, ese grito de si se puede,
ese grito que parece guión de la autoría de Carlos Cuauhtémoc Sánchez o de
Miguel Ángel Cornejo. Además, resulta un tanto sospechoso que este documental
se haya lanzado en septiembre de 2012, sólo unos meses después de las
elecciones presidenciales en las cuales se presume –por algunos sectores de la
población– existió un fraude, ¿será para calmar los ánimos y seguir con el pan
y el circo?, pienso que sí.
Por el lado artístico, el documental en su intento por
mostrar la diversidad cultural, mezcla a los artistas actuales con aquella
música a la cual conocemos como “folklórica”, quizá con la intención de
mostrarnos al mexican curious que a
los turistas tanto seduce, y esto lo podemos apreciar claramente en las
primeras propuestas musicales, desde la entrada con Rubén Albarrán el cual
interpreta una melodía acompañado de músicos huicholes, y que en su primera
estrofa nos dice “en un gran rancho electrónico, con nopales automáticos” (Bridgeman,
2012) ,
nada más claro para corroborar esa mixtura que se presenta como intentándonos
decir que lo antiguo, que las tradiciones pueden convivir con lo moderno.
De la
misma manera se presentan otras combinaciones para enseñarnos que sí es posible
el encuentro de lo moderno con lo tradicional, Alfonso Arau y Natalia
Lafourcade mezclados con son jarocho, aparecen los clásicos tríos románticos de
mitades del siglo pasado acompañados con artistas callejeros, es decir, todo un
collage musical que nos remite a las más bellas expresiones musicales en un
solo coro.
Sin embargo, si algo podemos rescatar de este trabajo son
algunas propuestas musicales y su trabajo técnico. A pesar de mostrar esa
mezcla musical –mutado en un bodrio al más puro estilo de las cápsulas
televisivas– que no llega a definirse, algunos trabajos resultan atractivos,
exceptuando a esas tres vocalistas al más puro estilo de María Victoria con su
clásico pujidito para entonar sus
canciones, Julieta Venegas, Natalia Lafourcade, y Carla Morrison; pero también
del lado técnico encontramos cosas interesantes, la fotografía del documental
es digna de reconocerse, pero sólo eso y nada más.
Bibliografía
Agencias. (4 de diciembre de 2005). El Porvenir.
Recuperado el 30 de agosto de 2013, de El Porvenir:
http://www.elporvenir.com.mx/notas.asp?nota_id=41550
Azcárraga, E., Gómez,
B., Fainchtein, L. (Productores), Bridgeman, D. (Escritor), & Bridgeman,
D. (Dirección). (2012). Hecho en México [Película]. México: VideoCine
(Televisa).
Cruz Jiménez, F.
(2012). Los golden boys (1 ed.). México: Planeta.
[1] Emilio
Azcárraga Milmo pronuncia, en un discurso improvisado, el 10 de febrero de 1993
lo siguiente: “México es un país de una clase modesta muy jodida, que no va a
salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa
gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil” (Cruz
Jiménez, 2012, pág. 58)
[2]
Posterior a esa declaración, Gloria Trevi declararía en diciembre de 2005 a un
programa chileno que nunca fue violada y que en cambio sostuvo relaciones
consentidas con dos personas (Agencias, 2005) .
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